El Fénix de los Ingenios, sobre cuya vida se estrenó el viernes una película, firmó una comedia titulada La burgalesa de Lerma, sobre las fiestas que presenció en la Villa Ducal El autor acompañó a la comitiva real a la localidad castellana en el año 1613.

diariodeburgos.es R. Pérez Barredo / Burgos

Dos burgalesas hubo en la vida de Lope de Vega, el Fénix de los Ingenios, sobre cuya existencia se ha estrenado este viernes una esperada película. Una, de ficción; la otra, carnal. La primera es una comedia de enredos que el genial escritor del Siglo de Oro escribió hacia 1613: La burgalesa de Lerma. Según Roberta Alviti, profesora experta en la obra del insigne escritor español, esta pieza teatral no surgió de su fenomenal talento imaginativo, sino que tiene un origen real: las fiestas cortesanas que el monarca Felipe III ofrecía en la Villa Ducal por influencia de su valido Francisco de Sandoval y Rojas, y más concretamente de unas que se prolongaron durante días. Según los cronistas de la época, en otoño de 1613 la comitiva real y media corte salió de Madrid y fue deteniéndose en lugares como Segovia o Ventosilla hasta recalar en Lerma. Acompañando a los cortesanos se hallaba Lope de Vega, testigo de excepción de aquellos fastos que incluyeron representaciones teatrales, bailes, torneos con juegos de cañas, toros...
Fue a su regreso a Madrid cuando el dramaturgo compuso la comedia, que nació con vocación de relatar tales festejos. La obra cuenta la historia de dos galanes, Félix y Carlos, quienes asisten a Lerma atraídos por los festejos. Félix, que trataba de olvidar un amor no correspondido, conoce en la villa a Leonarda, una hermosa dama burgalesa, quien ha acudido al evento contra los deseos de su sobreprotector hermano. A partir de ahí, la comedia se desarrolla con todos sus clichés: enredos, capa y espada, amor y honor...
«Lope rinde homenaje al Duque, a los suntuosos festejos, a los nobles que en ellos participaron. El enlace entre realidad y ficción es muy estrecho, ya que personajes de ficción urden sus engaños y viven sus pequeñas tragedias teniendo como escenario circunstancias, lugares y personajes reales. Esta ambientación y la presencia de motivos encomiásticos hace pensar que la comedia se representó para el mismo ámbito en que había tenido origen, así como para los mismos personajes que en ella aparecen. Todo ello, por tanto, deja entrever una compleja red de relaciones entre el mundo de la corte y Lope; además, saca a la luz los mecanismos que podían influir en los tiempos y las modalidades de composición de obras con finalidades encomiásticas y cronísticas», escribe Alviti en su estudio La fiesta cortesana y el corral: los diferentes receptores de ‘La burgalesa de Lerma’.
La profesora apunta que Lope no escapó a cierta específica producción, con fines propagandísticos, «puesto que muchas veces ejerció el oficio de reportero», y que la pieza teatral ha sobrevivido hasta hoy «no como comedia, sino como un informe, más o menos pormenorizado, de las fiestas celebradas años atrás; como vestigio de un pasado glorioso que la familia del duque de Lerma, ya en decadencia, empleaba para rememorar y evocar un acontecimiento que les había aportado lustre y prestigio».