¿A la tercera va la vencida? Eso es lo que se preguntan en Lerma y su comarca cuando se habla de una dotación que arrancó en 2005 y que debería haber concluido dos años más tarde. La mala suerte ha perseguido a la ampliación del centro de salud, con dos adjudicaciones de obras y sendas quiebras por parte de las empresas constructoras. Tiempo perdido que ahora, de alguna manera, se ve compensado con un nuevo proyecto que gana en inversión, superficie disponible y funcionalidad al diseñado originalmente.
A punto de concluir su redacción, el proyecto actual aprovecha las obras ya ejecutadas de la ampliación -el bloque está levantado- y contempla derribar el inmueble actual y extender la edificación a esa parcela, según explica el gerente de Salud de Área de Burgos, Teófilo Lozano, quien agrega que el cambio supondrá una redefinición de espacios que dará paso a un mayor número de consultas y servicios. De igual forma, se incrementará la superficie útil hasta los 2.000 metros cuadrados -300 más que con la ampliación-.
Todo ello lleva consigo un incremento del presupuesto, que pasa de los dos millones iniciales a los tres que contempla la Junta de Castilla y León en los presupuestos del próximo año, donde se incluye para esta dotación sanitaria una partida que ronda los 700.000 euros.
Los metros disponibles se ganarán con la construcción que se levantará sobre la parcela del viejo edificio, que en principio tan solo iba a reformarse, pasando de los 488 metros actuales a 900, que se sumarán a los 1.200 de la ampliación ya levantada. En las nuevas instalaciones se atenderán unas 8.000 tarjetas sanitarias procedentes de los 38 municipios y las 52 entidades locales pertenecientes a esta zona sanitaria, a las que habrá que añadir las de la población flotante que llega durante los periodos vacacionales.
En cuanto a la redistribución de espacios, la futura dotación contará con tres consultas de medicina familiar, otras tantas de enfermería, dos salas polivalentes, una para pediatría y cinco dormitorios para la unidad de soporte vital básico. También habrá zonas más amplias para las clases de preparación al parto, la consulta de fisioterapia, sala de toma de muestras, espacio para servicios veterinarios y farmacéuticos y una zona de aparcamiento de vehículos. Unas características a las que se ha llegado, según Lozano, teniendo en consideración las opiniones de todos los profesionales implicados; desde la Gerencia de Atención Primaria, al propio centro de salud, la Junta de Personal y el departamento de Bienestar Social.
Finalmente resulta inevitable hablar de plazos, aunque en este caso haya que hacerse con la mayor de las cautela dada la experiencia vivida. En este sentido, el gerente de Salud confía en que las obras puedan sacarse a concurso «lo antes posible», afirmación que hace pensar en este mismo ejercicio. De ser así, los trabajos se retomarían en 2011y la previsión de apertura se situaría en 2012. En cualquier caso, no se prevé el traslado de ninguna dependencia sanitaria mientras duren las obras de construcción al aprovecharse el edificio nuevo mientras se trabaja en el viejo.    

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DIARIO DE BURGOS