El Racing Lermeño no hizo los deberes en su desplazamiento a Villaralbo. Debía sumar al menos un punto para certificar su permanencia en Tercera División y cayó derrotado. Sin embargo, la derrota de la Cebrereña en El Mancho frente al Aguilar (2-3) permite a los racinguistas continuar un año más en la categoría, logrando, con muchísimo sufrimiento, el objetivo de la temporada.
El Racing Lermeño salió al campo decidido a plantar cara a un rival ya clasificado para la fase de ascenso que jugó con un equipo poco habitual. Los zamoranos no confiaban en un tropiezo del Burgos en El Plantío que les hubiera dado el liderato de grupo en caso de victoria y cedieron la pelota al Lermeño. En esa tesitura el cuadro de la Villa Ducal se desenvolvió con soltura. Una falta que sacó Chicho en corto sobre Zurdo pudo significar el primer gol del Racing, pero Pedro, que sustituía ayer al titular José Luis bajo palos, desbarató la ocasión. El rechace posterior cayó a los pies de Chicho, pero un defensor local le derribó antes de que éste pudiera disparar. Los jugadores del Lermeño reclamaron penalti, pero Quindós Macías miró para otro lado.
Después el Racing siguió a lo suyo. Monopolizó la posesión de la pelota y obligó al Villaralbo a jugar en largo merced a la presión asfixiante que ejerció.
Pero si el Lermeño era el que atacaba, el Villaralbo era el que ponía la calidad. Un acercamiento bastó a los zamoranos para conseguir su primer gol. Mato, desde la línea de fondo y prácticamente sin ángulo, estableció el 1-0 en el marcador con un lanzamiento en parábola que entró por la escuadra.
Tras el gol el Racing siguió a lo suyo, buscando el tanto del empate pero sin acierto en el remate. A la media hora de juego en un contragolpe Zurdo se plantó solo ante el meta local, pero su disparo fue rechazado por Pedro. Poco después una incursión de Cova acabó con un remate desviado de Diego. El Racing Lermeño estaba llegando con facilidad a la portería zamorana, pero no conseguía hacer diana. Lo acabó pagando caro, ya que en una contra el Villaralbo logró su segundo gol. Pablo Gallego remató un centro desde la banda de Eloy en un contraataque fulgurante y a partir de ahí los locales se dedicaron a guardar la ropa definitivamente.
Tras el descanso el partido siguió por los mismos derroteros. El Racing tenía la pelota y trataba de certificar su permanencia por sus propios méritos, pese a que las noticias que llegaban desde Cebreros eran positivas. El Villaralbo, sin embargo, aguardaba en su mitad de campo y sentenciaba al contragolpe, algo que logró con dos nuevos tantos de los recién incorporados al terreno de juego Antonio Ramón y Ramón. Cova, ya en el descuento, acortó distancias y la confirmación de la derrota de la Cebrereña hizo respirar aliviado al bloque de Óscar Río, quien jugará un año más en categoría nacional.

Óscar Río, entrenador del Racing Lermeño
«Todo el mérito de la salvación hay que dárselo a los jugadores»

Óscar Río señaló tras certificarse la permanencia que era «un premio para el trabajo del equipo, que ha estado todo el año en puestos de descenso. Es muy complicado salir de esas situaciones en las que te metes con unas dinámicas negativas. Tras haber perdido es difícil volver a entrenar durante la semana en la que también hay que trabajar. Hay que darles el mérito a los jugadores, que pese a todos los problemas se han levantado».
Con respecto al partido, el técnico burgalés reconoció tras los 90 minutos que su equipo había «tenido opciones en los primeros 20 minutos, creando peligro pero sin finalizar, y el Villaralbo, jugada que llegaba, jugada que nos hacía gol. Nos ha resultado muy difícil contrarrestar este tipo de situaciones», admitió.
Fuente de la noticia: 

Diario de Burgos